El actual panorama socio-político abunda en eventos que cautivan nuestra mirada, suscitan nuestra indignación, y promueven nuestras legítimas protestas. Reforma laboral, ley mordaza, recortes de prestaciones, vulneración de derechos sociales, guerras desatadas por las grandes potencias, muros levantados frente a las personas refugiadas y a las migrantes, preocupante auge de la extrema derecha en diversos países, etc. Sin embargo, por intolerables que sean esos eventos y por incuestionable que sea la necesidad de combatirlos, tan solo representan diversas ramas del árbol que nos fascina y que nos impide ver el bosque. Esa afirmación puede resultar chocante y hasta inaceptable para quienes consideran que cualquier planteamiento que distraiga nuestra atención de los apremiantes problemas sociales solo sirve para desactivar las luchas populares. Aun así, mantengo la convicción de que mientras nuestra mirada permanezca fascinada por el árbol, el bosque continuará proliferando, preparando el más sombrío de los futuros.
Tomás Ibañez. Artículo “Cuando el árbol no deja ver el bosque” Revista Libre Pensamiento Nº89
Ctrl-Alt-Supr es normalmente utilizado en uno de los sistemas operativos más usados para interrumpir una función. Sin embargo, la finalidad de esta combinación en el teclado dependerá siempre del contexto en el cual ésta es utilizada. Sirve también para “poner fin a una situación” o se recurre a dicha secuencia para explicar el escape a ciertos inconvenientes, eliminar a alguien de la ecuación o simplemente olvidarse de ellos.
En las intensas y completas jornadas «Contra la represión y la Censura» realizadas por Burgos por la Libertad en el año 2018, dedicamos una de las charlas a tratar de manera somera el totalitarismo tecnológico centrándolo concretamente en la llegada de las redes 5G y el internet de las cosas. Hasta hoy son muchos los cambios que se han producido y muchos más los que se van a producir.
Estas nuevas jornadas queremos dedicarlas a ese universo digital en el que estamos inmersos y que sólo está siendo cuestionado desde algunos sectores disidentes.
Más allá de los lugares comunes con respecto a lo que está suponiendo en la forma de socializar, especialmente entre los nativos digitales y lejos de planteamientos tecnófobos que no nos conducirían a ningún lugar, lo que se nos viene encima y que prácticamente ya está aquí, es el control de nuestros gustos, nuestros hábitos, nuestras formas de socializar… y lo que es más grave, el control desde los poderes económicos y políticos de todo atisbo de cuestionamiento del sistema de una manera jamás vista y con difícil retorno. En definitiva, las tecnologías digitales no son revolucionarias, como suele afirmarse, están contribuyendo a consolidar lo establecido y están muy alejadas de propósito emancipador alguno. Y no es necesario no tener ordenador, tablet o movil, o hacer un uso de ellos meramente utilitario, o no tener redes sociales, todo el mundo está inmerso en lo que la digitalidad está construyendo.
El capitalismo se perfecciona para que cada conexión a la Red produzca activos. Cada clic genera valor convirtiendo a internet en un organismo tecno-biológico extractivista de la vida.
Las noticias falsas se propagan por la red de forma vertiginosa generando estados de opinión al servicio del poder. El odio se multiplica en las redes y los ataques causados por el racismo y el supremacismo crecen. También es importante la incidencia que tiene en el empobrecimiento del mestizaje cultural y en las culturas no dominantes como las indígenas o la cultura popular como consecuencia de una digitalidad cada vez más adictiva y colonizadora.
Frente a este paisaje en apariencia desolador, hay margen para la reacción, hay mecanismos y herramientas que podemos utilizar para intentar al menos evitar algunas pequeñas cosas que sí están en nuestra mano. Además la única lucha que se pierde con total seguridad es la que no se emprende, si le plantamos cara, su victoria, aunque sea previsible no estará garantizada.
Sirvan estas jornadas para primero, ser conscientes y segundo, ver alternativas.
JORNADAS CONTRA EL TOTALITARISMO TECNOLÓGICO El actual panorama socio-político abunda en eventos que cautivan nuestra mirada, suscitan nuestra indignación, y promueven nuestras legítimas protestas. Reforma laboral, ley mordaza, recortes de prestaciones, vulneración de derechos sociales, guerras desatadas por las grandes potencias, muros levantados frente a las personas refugiadas y a las migrantes, preocupante auge de la extrema derecha en diversos países, etc. Sin embargo, por intolerables que sean esos eventos y por incuestionable que sea la necesidad de combatirlos, tan solo representan diversas ramas del árbol que nos fascina y que nos impide ver el bosque. Esa afirmación puede resultar chocante y hasta inaceptable para quienes consideran que cualquier planteamiento que distraiga nuestra atención de los apremiantes problemas sociales solo sirve para desactivar las luchas populares. Aun así, mantengo la convicción de que mientras nuestra mirada permanezca fascinada por el árbol, el bosque continuará proliferando, preparando el más sombrío de los futuros. Tomás Ibañez. Artículo “Cuando el árbol no deja ver el bosque” Revista Libre Pensamiento Nº89
Ctrl-Alt-Supr es normalmente utilizado en uno de los sistemas operativos más usados para interrumpir una función. Sin embargo, la finalidad de esta combinación en el teclado dependerá siempre del contexto en el cual ésta es utilizada. Sirve también para “poner fin a una situación” o se recurre a dicha secuencia para explicar el escape a ciertos inconvenientes, eliminar a alguien de la ecuación o simplemente olvidarse de ellos.
En las intensas y completas jornadas «Contra la represión y la Censura» realizadas por Burgos por la Libertad en el año 2018, dedicamos una de las charlas a tratar de manera somera el totalitarismo tecnológico centrándolo concretamente en la llegada de las redes 5G y el internet de las cosas. Hasta hoy son muchos los cambios que se han producido y muchos más los que se van a producir. Estas nuevas jornadas queremos dedicarlas a ese universo digital en el que estamos inmersos y que sólo está siendo cuestionado desde algunos sectores disidentes. Más allá de los lugares comunes con respecto a lo que está suponiendo en la forma de socializar, especialmente entre los nativos digitales y lejos de planteamientos tecnófobos que no nos conducirían a ningún lugar, lo que se nos viene encima y que prácticamente ya está aquí, es el control de nuestros gustos, nuestros hábitos, nuestras formas de socializar… y lo que es más grave, el control desde los poderes económicos y políticos de todo atisbo de cuestionamiento del sistema de una manera jamás vista y con difícil retorno. En definitiva, las tecnologías digitales no son revolucionarias, como suele afirmarse, están contribuyendo a consolidar lo establecido y están muy alejadas de propósito emancipador alguno. Y no es necesario no tener ordenador, tablet o movil, o hacer un uso de ellos meramente utilitario, o no tener redes sociales, todo el mundo está inmerso en lo que la digitalidad está construyendo. El capitalismo se perfecciona para que cada conexión a la Red produzca activos. Cada clic genera valor convirtiendo a internet en un organismo tecno-biológico extractivista de la vida. Las noticias falsas se propagan por la red de forma vertiginosa generando estados de opinión al servicio del poder. El odio se multiplica en las redes y los ataques causados por el racismo y el supremacismo crecen. También es importante la incidencia que tiene en el empobrecimiento del mestizaje cultural y en las culturas no dominantes como las indígenas o la cultura popular como consecuencia de una digitalidad cada vez más adictiva y colonizadora. Frente a este paisaje en apariencia desolador, hay margen para la reacción, hay mecanismos y herramientas que podemos utilizar para intentar al menos evitar algunas pequeñas cosas que sí están en nuestra mano. Además la única lucha que se pierde con total seguridad es la que no se emprende, si le plantamos cara, su victoria, aunque sea previsible no estará garantizada. Sirvan estas jornadas para primero, ser conscientes y segundo, ver alternativas.
17 de febrero, 19.30h. Salón de actos de CGT (C/Calera, 12)
ARTIFICIALIZAR LA VIDA A TRAVÉS DE LA TECNOLOGÍA ES EL CAMINO TOMADO POR EL ÚLTIMO CAPITALISMO
Ateneo Libertario La Idea. CGT Madrid
Presentación del texto resultado del estudio y análisis que han realizado los miembros del Ateneo Libertario La Idea. La creciente tecnologización que está sufriendo nuestra sociedad y las consecuencias que de ello se derivan en el día a día de nuestras relaciones personales, nuestros comportamientos grupales y la incidencia que tiene este sistema tecnológico digital en la conformación de un pensamiento político y económico, puede poner en peligro el modelo de sociedad sostenible, igualitaria y autogestionaria a la que aspiramos Esta deriva tecnológica sin control que obedece principalmente a las grandes multinacionales tecnológicas en su afán por hacer de las personas herramientas de control, manipulación y totalmente previsibles en sus comportamientos sociopolíticos, amén del devastador destrozo ecológico de la naturaleza.
Ateneo Libertario La Idea
Érase una vez un 24 de febrero del año de gracia 2006, cuando un grupo de compañeras/os nos embarcamos en el bergantín La Idea, con la bandera negra ondeando en el palo mayor, como seña de identidad. Por patente de corso, la anarquía. Como isla Tortuga, la CGT. Como único objetivo, la libertad.
Con poca tripulación para tan importante misión, nos pusimos a navegar por los diferentes mares, océanos y recalando en diferentes puertos, dejando en todos ellos nuestra impronta libertaria. Nuestras armas de abordaje: charlas, debates, películas, música, teatro, y todo aquello que pensáramos que pudiera interesar a vuestras mercedes: piratería y libertos.
Con muchas cicatrices en el rostro, poco a poco nos hicimos visibles, conocidas, habituales, aunque fueron escasas las fuerzas que se enrolaron en la tripulación. Durante tan largo recorrido también sufrimos bajas, algunos compañeros y compañeras desembarcaron en diversos puertos para continuar ondeando, en otros lugares, la misma bandera, la Black Flag.
Viviendo el presente que nos ha tocado vivir, pero soñando en que otro mundo es posible, apretando los dientes y enarbolando nuestros garfios, lo podremos conseguir.
Nos sabemos la letra y conocemos todas las músicas, pero queremos cantar en un gran coro, con el pueblo, con nuestras iguales. Que nuestras voces hagan temblar las murallas, los navíos y cañones del sistema, que no paran de lanzarnos andanadas para intentar hundirnos, acobardarnos, ponernos en retirada o lo que es peor, hacernos cambiar nuestra patente de corso. Con poco viento en popa, sin embargo a toda vela, seguiremos navegando de derrota en derrota hasta la victoria final.
MARTES 11 DE MAYO 2021
20.00 h / Entrada libre hasta completar aforo limitado Charla-coloquio Extrema derecha e islamofobia en Europa. Dirigida por Sonsoles Dieste y Eduardo Tena
El éxito electoral de la extrema derecha en Europa y la islamofobia son dos fenómenos que han ido en aumento en las últimas décadas. La instrumentalización del islam es un elemento común en la mayoría de los partidos de extrema derecha en Europa. La construcción de los musulmanes como los “otros” y como amenaza mediante la instrumentalización discursiva del liberalismo político, es un discurso cada vez más extendido y aceptado en la esfera política y social. La finalidad de esta charla es la comprensión de estos dos fenómenos sociales -extrema derecha e islamofobia- y la forma en la que se relacionan en su contexto europeo y español.
Eduardo Tena Sanz. Graduado en Ciencia Política en la Universidad de Burgos; posteriormente ha cursado un Máster en Comunicación Política en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha participado en el Proyecto de investigación “Crisis de representación y populismo. Condicionantes del voto y cercanía a partidos de extrema derecha: un análisis experimental”.
Sonsoles Dieste Muñoz. Graduada en Ciencia Política y Gestión Pública en la Universidad de Burgos; posteriormente ha cursado un Máster en Islam y Mundo Árabe Contemporáneo en la Universidad Autónoma de Madrid.
